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viernes, 25 de noviembre de 2011

Discurso de Vandana Shiva

Es hora de parar la guerra contra la Tierra. Discurso de Vandana Shiva al recibir el Premio Sydney por la Paz
23/11/11
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Hoy en día, cuando pensamos en la guerra, nuestra mente se torna hacia Iraq y Afganistán. Pero la guerra más grande es la guerra contra el planeta. Ésta tiene sus raíces en una economía que no respeta límites ecológicos y éticos – límites a la desigualdad, límites a la injusticia, límites a la codicia y la concentración económica.

Un puñado de empresas y de potencias busca controlar los recursos de la Tierra y transformar el planeta en un supermercado en el que todo está en venta. Quieren vender nuestro agua, genes, células, órganos, conocimientos, culturas y nuestro futuro.
La guerras duraderas en Afganistán, Iraq y las que les han seguido no son sólo sangre por petróleo. A medida que ellas se desarrollan, vemos que son sangre por alimentos, sangre por genes y biodiversidad y sangre por agua.
La metalidad guerrera subyacente a la agricultura bélico-industrial es obvia en los nombres de los herbicidas de Monsanto— Round-Up, Machete, Lasso. American Home Products, que se ha fusionado con Monsanto, da a sus herbicidas nombre igualmente agresivos, incluyendo “Pentagon” y “Squadron”. Es la lengua de la guerra. La sustentabilidad se basa en la paz con la Tierra.
La guerra contra la Tierra comienza en la mente. Los pensamientos violentos dan forma a acciones violentas. Categorías violentas construyen herramientas violentas. Y en ninguna parte esto es tan vivaz como en las metáforas y métodos en los que se basa la producción industrial, agrícola y alimentaria. La fábricas que produjeron venenos y explosivos para matar a la gente durante las guerras han sido transformadas en fábricas productoras de agroquímicos al terminar las guerras.
El año 1984 me hizo ver que algo no estaba bien en la manera en que los alimentos se producían. Con la violencia en el Punjab y el desastre en Bhopal, la agricultura parecía guerra. Fue entonces que escribí La Violencia de la Revolución Verde, y por eso mismo lancé Navdanya como un movimiento por una agricultura libre de venenos y productos tóxicos.
Los pesticidas, que en un principio se utilizaron como químicos bélicos, no pudieron controlar las plagas. La ingeniería genética iba a ofrecer una alternativa a los productos químicos tóxicos. Al contrario, ha llevado a un mayor uso de pesticidas y herbicidas y desatado una guerra contra los campesinos.
Los altos costos de los insumos y productos químicos hacen que los agricultores caigan en la trampa de la deuda – y la tampa de la deuda lleva a los agricultores al suicidio. De acuerdo a datos oficiales, en la India más de 200.000 campesinos se han suicidado desde 1997.
Hacer la paz con la Tierra siempre ha sido un imperativo ético y ecológico, que se ha convertido ahora en un imperativo para supervivencia de nuestra especie.
La violencia contra el suelo, la biodiversidad, el agua, la atmósfera, el campo y los campesinos produce un sistema alimentario marcial que no puede dar de comer a la gente. Un billón de personas sufre hambre. Dos billones sufren de enfermedades relacionadas con la alimentación: obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer.
Hay tres niveles de violencia implicadas en el desarrollo no sustentable. El primero es la violencia contra la Tierra, que se expresa en la crisis ecológica. El segundo es la violencia contra gente, que se expresa en la pobreza, la indigencia y el desplazamiento. El tercero es la violencia de la guerra y el conflicto, cuando los poderosos echan mano a los recursos que están en otras comunidades y países para satisfacer su apetito que no tiene límites.
Cuando cada aspecto de la vida es comercializado, vivir se hace más caro, y la gente se empobrece, incluso si ganan más de un dólar al día. Por otra parte, la gente puede ser rica en términos materiales, incluso sin economía monetaria, si tienen acceso a la tierra, si los suelos son fértiles, si los ríos están limpios, su cultura es rica y mantiene la tradición de construir casas y prendas bonitas, buena comida, y hay cohesión social, solidaridad y espíritu comunitario.
La ascensión del dominio del mercado, y de la moneda en tanto que capital producido por el hombre, a la posición de principio superior organizativo de la sociedad y única forma de cuantificar nuestro bienestar ha llevado al debilitamiento de los procesos que mantienen y sostienen la vida en la naturaleza y la sociedad.
Entre más ricos nos hacemos, somos ecológica y culturalmente más pobres. El aumento en el bienestar económico, medido en dinero, lleva al aumento de la pobreza en los aspectos material, cultural, ecológico y espiritual.
La verdadera moneda de la vida es la vida misma, este punto de vista lleva a varias preguntas: ¿cómo nos miramos a nosotros mismos en este mundo? ¿Para qué están los seres humanos? Y ¿somos simplemente una máquina de hacer dinero devoradora de recursos? O ¿tenemos un propósito más elevado, un fin superior?
Creo que la “Democracia Terráquea” nos permite imaginar y crear democracias vivientes basadas en el valor intrínseco de todas las especias, de todos los pueblos, de todas las culturas – un reparto justo y equitativo de los recursos vitales de esta Tierra, un reparto de las decisiones sobre el uso de los recursos de la Tierra.
La “Democracia Terráquea” protege los procesos ecológicos que mantienen la vida y los derechos humanos fundamentales que son la base del derecho a la vida, incluyendo el derecho al agua, la alimentación, la salud, la educación, el trabajo y el sustento.
Tenemos que escoger. ¿Obedeceremos las leyes de mercado de la codicia corporativa o las leyes de la Madre Tierra para mantener los ecosistemas terrestres y la diversidad de los seres vivos?
Las necesidades en alimentación y agua de la gente sólo pueden satisfacerse si se protege la capacidad de la naturaleza para producir alimentos y agua. Suelos y ríos muertos no dan alimento ni agua.
Por ello, defender los derechos de la Madre Tierra es el más importante de los derechos humanos y de las luchas por la justicia social. Es el más amplio movimiento pacifista de nuestra época. www.ecoportal.net
La Dra. Vandana Shiva es una física y ambientalista india, que recibio el Precio Sydney de la Paz 2010. Ésta es la versión editada de su discurso en la Ópera de Sydney el 3 de noviembre.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Día Mundial de la Soberanía Alimentaria para Enfriar la Tierra

5 de diciembre: Día Mundial de la Soberanía Alimentaria para Enfriar la Tierra. Llamamiento a la ación y a la movilización masivas

04/11/11
os los movimientos y organizaciones campesinos, trabajadores rurales, sin tierras y a todo el movimiento por la soberanía alimentaria para que se unan a nosotros en un día mundial de acción masiva el 5 de diciembre de 2011, durante la movilización de la sociedad civil de la COP17 en Durban (Sudáfrica).

La humanidad se enfrenta a una crisis alimentaria, económica y ecológica arraigada en el sistema capitalista neoliberal de producción, distribución y consumición. Estas crisis múltiples ponen de relieve los límites de la producción capitalista neoliberal. Las multinacionales y los Gobiernos presentan falsas soluciones al cambio climático y secuestran la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (COP17), también llamada Conferencia de los Contaminantes, que se va a celebrar en Durban (Sudáfrica).
Estas élites empresariales, los Gobiernos occidentales y el sistema neoliberal capitalista responsable de generar la crisis nos presentan falsas soluciones. El cambio climático golpeará en particular a los países del sur y a África. Los científicos prevén que el continente africano se seque y se caliente aún más y más rápido que otras regiones del planeta, a pesar de que África es la que menos ha contribuido al calentamiento global. Esto tendrá un fuerte impacto en la agricultura, que es con lo que se ganan la vida buena parte de las familias africanas. Habrá pérdidas en la cosecha de los alimentos básicos del continente, como el maíz, el sorgo, el mijo, la mandioca, etc., debido al aumento de la temperatura.
La agricultura y producción industriales son responsables del calentamiento global, el hambre, el despojo de tierras y los desplazamientos masivos de agricultores, trabajadores rurales y comunidades indígenas de todo el continente.
En Sudáfrica, el país organizador, en sus 17 años de democracia, ha echado a la calle a millones de residentes y trabajadores agrícolas de granjas comerciales, sólo se ha traspasado el 5% de la tierra agrícola a ciudadanos negros y millones de personas de zonas rurales y urbanas sufren de inseguridad alimentaria y nutricional. En la actualidad, este país es la sociedad más desigual del mundo. Las mujeres de Sudáfrica en particular son las que han sentido con más dureza el impacto de estas relaciones desiguales y la exclusión.
Las soluciones que proponen estas empresas y Gobiernos ya nos llevan de camino a una recolonización de África y de los países del sur con apropiaciones masivas de tierras y la imposición de una nueva revolución verde.
En lugar de encontrar soluciones reales a la crisis climática y ecológica a la que se enfrenta la humanidad, la reunión de la COP17 de Durban es una plataforma para que las empresas, a través de sus Gobiernos, aceleren la completa mercantilización de la naturaleza. Estos vergonzosos planes presentados como soluciones incluyen, entre otras medidas, la promoción de semillas modificadas genéticamente, los biocombustibles, el comercio de carbono, la agricultura climáticamente inteligente y la Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de Bosques (REDD).
Por qué el Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria
Como agricultores, trabajadores agrícolas y mujeres y hombres sin tierras, tenemos que movilizarnos a través de la acción directa contra estas falsas soluciones, para exponer su vergonzoso propósito y las catastróficas consecuencias para el continente y para el sur. En la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, que tuvo lugar en Bolivia en abril de 2010 y que resultó en el Acuerdo de los Pueblos de Cochabamba, se ofrecieron soluciones reales para frenar el cambio climático, que fueron ignoradas por completo por los Gobiernos. La soberanía alimentaria y la agroecología son las soluciones reales de los agricultores y los trabajadores para acabar con el cambio climático.
Apelamos a los campesinos y campesinas, trabajadores, sin tierras y a todos los movimientos sociales para que se unan a nosotros en Durban y en todo el mundo el 5 de diciembre de 2011, para pedir un cambio en todo el sistema capitalista. La lucha contra el cambio climático es una lucha contra el capitalismo neoliberal, la falta de tierras, el despojo, el hambre, la pobreza y la desigualdad. La crisis del planeta necesita que emprendamos acción directa. Durante el Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria organizaremos marchas de protesta pública contra la conferencia de los contaminantes y emprenderemos acciones contra empresas multinacionales como Monsanto, que socavan la soberanía de nuestras semillas. Estas marchas y acciones culminarán en una masiva Asamblea de los Oprimidos, en la que se debatirán las formas de acabar con este sistema injusto. Será un día de acciones continuas con las que agricultores y trabajadores de todo el continente africano, junto con movimientos sociales de todo el mundo, pedirán:
  • una auténtica reforma agraria a favor de la soberanía alimentaria;
  • la revolución agroecológica como solución contra el cambio climático;
  • la reestructuración de todo el sistema alimentario;
  • una participación completa e igualitaria de las mujeres en el nuevo sistema alimentario y en la totalidad de la sociedad;
  • la construcción de un sistema alimentario basado en las necesidades humanas;
  • el fin del control de las multinacionales sobre nuestros recursos genéticos;
  • y la soberanía de las semillas, con las que se puede mitigar el cambio climático.
Apelamos a todos los movimientos de campesinos, campesinas, trabajadores rurales a que se movilicen y emprendan una acción local directa en toda localidad del mundo en el Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria.
¡Reclama justicia climática!
¡Nuestro planeta no está en venta!
¡No a la Conferencia de los Contaminantes!
¡Defiende a la Madre Tierra!
¡África no está en venta!
¡No a la recolonización de África!
Este llamamiento lo convocan y lo firman las siguientes organizaciones:
LA VIA CAMPESINA
AGRARIAN REFORM FOR FOOD SOVEREIGNTY CAMPAIGN, SUDÁFRICA
SURPLUS PEOPLE PROJECT (SPP), SUDÁFRICA
TRUST FOR COMMUNITY OUTREACH AND EDUCATION (TCOE), SUDÁFRICA WOMEN ON FARM, SUDÁFRICA
EASTERN AND SOUTHERN AFRICA SMALL SCALE FARMERS’ FORUM (ESAFF)
ESAFF ZIMBABWE
ESAFF UGANDA
ROPPA (Red de organizaciones campesinas y de productores de la región Oeste de África)
www.ecoportal.net
Via Campesina
www.viacampesina.org